viernes, 10 de diciembre de 2010

En Navidad Mas Que Nunca, No Compres...Adopta!!!

Ante las próximas fiestas de Navidad las Asociaciones en defensa de los animales de Sanlúcar: SOLÚCAR, MAFI, ASAT, ECOLOGISTAS EN ACCIÓN y la Delegación de PACMA en Cádiz quiere recordar que los Animales no son juguetes.
Todos conocemos la tendencia actual de hacer compras compulsivas cuando llegan las fechas de Navidad, siendo los animales uno de los objetivos de estas compras para ser entregados como regalos, especialmente a los niños.
Muchos de los animales que son abandonados en Pascua o en el verano han sido antes cachorros que se han regalado en Navidad o Reyes sin embargo, cuando han crecido demasiado o dan más trabajo del esperado, las más de las veces acaban siendo abandonados por sus propietarios , que no ven a ese animal con derechos propios.
Los niños no son conscientes de la responsabilidad que conlleva hacerse cargo de un animal. Así, antes de satisfacer el deseo de su hijo, los padres deberían preguntarse si van a poder dar a la mascota todas las atenciones que necesitan: el tiempo, los gastos que acarrea tener un perro o un gato, y sobre todo qué hacer con él cuando llegan las vacaciones.
Según la Fundación Affinity, que anualmente realiza estadísticas sobre el abandono de mascotas en España, basándose en el estudio de cifras sobre 250 asociaciones de animales y sobre las de 600 ayuntamientos, en 2007 se abandonaron unos 200.000 perros y 25.000 gatos, sin incluir los que no se contabilizan porque mueren atropellados o no llegan a los refugios por distintas circunstancias.
Es necesario hacer comprender a todos las consecuencias nefastas que tiene la moda de regalar animales como si fueran juguetes. El animal es una gran responsabilidad para quien lo recibe, no debería regalarse porque lo pidan los niños, sobre todo a los menores de seis años, y no en Navidad, porque se convierte así en algo "cosificable" que el niño no respetará como lo que es, un ser vivo al que se le debe respeto.
En primer lugar, los animales requieren una serie de cuidados y atenciones que precisan de una decisión meditada previa a su llegada al hogar, además de ser conscientes de que uno se va a hacer responsable de ese ser vivo durante al menos diez o quince años, que es la media de vida de los animales de compañía. El cachorro crece y ya no es tan pequeño como al principio, por lo que ocupa más espacio y además requiere cada vez más atenciones. En muchas ocasiones nos cansamos de sus paseos diarios, las visitas al veterinario, hacer cumplir sus normas de higiene; otras veces, se les hace objeto de un problema de alergia, ruidos, molestias a los vecinos etc, con lo cual el destino final de la mascota es la calle, con todos los horrores que conlleva para el animal y después ,para terminar, la perrera, donde si no tiene suerte de ser adoptado, será sacrificado en poco tiempo.
Por otro lado, en caso de tener claro que se quiere compartir la vida con un animal, antes de recurrir y promover la compra-venta, la alternativa más adecuada es intentar dar una vida mejor a todos esos animales abandonados que subsisten en las perreras y a todos los que están recogidos en los albergues y casas de acogida de las protectoras, y darles una segunda oportunidad.
Actualmente, existen muchas posibilidades para compartir la vida con una mascota. Se ha creado una idea errónea sobre el animal de raza, con lo que muchas personas invierten un dinero en comprar un animal porque es de una raza determinada, cuando es un idea equívoca pues en muchos casos no existe una raza pura y por otro lado, son razas artificiales que han sido “inventadas” por el hombre y sabemos de los abusos que produce el intercambio comercial y la cría indiscriminada de perros de raza que nos vienen de países del extranjero, especialmente de los países del Este. Conocemos las noticias que nos llegan de esos países donde se cometen todo tipo de abusos con las hembras de cría, con los cachorros y con el transporte a través de Europa de este tipo de perros. Así en muchas ocasiones, estamos lucrando a comerciantes sin escrúpulos.
En algunas Comunidades autónomas ya se ha legislado y se han exigido a las tiendas unos requisitos para alojar y cuidar de los animales en las tiendas, prohibiendo la exposición de los mismos en los escaparates.
En definitiva, podemos pensar que no es necesario fomentar la compraventa y sí las adopciones; o incluso podemos apadrinar a un animal ayudando con parte de los gastos mientras sigue en la protectora, atendiendo a través de voluntarios a su cuidado, si nosotros no podemos tenerlo en casa. En España, más de la mitad de los perros son adoptados por una familia, y gran parte de las veces en el extranjero, sobre todo por familias alemanas, pero el resto de ellos se quedan esperando en las protectoras, o mueren en las perreras o en la carretera.
Esperamos que este año, la sociedad sanluqueña contribuya al respeto por la vida de los animales, seres que sienten como nosotros, que nos acompañan y que viven a nuestro lado proporcionando paz y tranquilidad a las personas que convivimos con ellos.
No convirtamos a los animales en juguetes de usar y tirar.

(Extraido de EcologistasEnAccion.org)

jueves, 2 de diciembre de 2010

Bienvenidos al show del maltrato animal.

Los espectáculos circenses no son nada divertidos para los animales. El verdadero rostro del circo se oculta tras el colorido, los aplausos y la música, justo ahí donde no llegan las risas y las luces decenas de animales padecen el encierro de por vida en jaulas minúsculas, viajes en condiciones extremas, la soledad, el hambre, la falta de atención veterinaria, golpes cuando no quieren actuar, adiestramientos crueles donde se les castiga para que hagan los ridículos actos que van en contra de su naturaleza, ya que los animales en su estado natural jamás se ponen de cabeza, montan en bicicleta, ni patines, mucho menos disfrutan saltando a través de aros de fuego y por supuesto no usan los vergonzantes y humillantes trajes o vestidos. Solamente vemos este tipo de comportamientos antinaturales en los circos.
Todo el colorido y la parafernalia de los circos distraen la atención sobre el maltrato y abuso de los animales que mantienen en cautividad, si salieran a la luz las barbaridades que se llevan a cabo, así como las formas de captura por parte de mafias de traficantes internacionales de especies amenazadas, los vejatorios “entrenamientos” y la extrema crueldad, inmediatamente perderían su atractivo.
La mayoría de los circos no cuentan con suficientes recursos económicos, por lo que los animales no suelen recibir los cuidados necesarios, incumpliendo las Leyes (europea y española) de Fauna Silvestre en Cautividad. Dichas especies(leones, tigres, leopardos, grandes simios, elefantes, osos, etc.), que en su gran mayoría son muy activos por naturaleza, son forzados a pasar la mayor parte de sus vidas en pequeñas jaulas y únicamente son sacados por periodos de tiempo cortos, para actuar, además de para sufrir las crueles sesiones de “entrenamiento” basadas en golpes la mayoría de las veces, con herramientas de castigo como la sangrienta vara que termina en un gancho (bullhoocks), la cual se utiliza para llamar la atención de los elefantes golpeándolos fuertemente en la cabeza y detrás de las rodillas, latigazos y descargas eléctricas para los grandes felinos, arranque de dientes y garras a los osos, puñetazos y patadas a los chimpancés y un largo etcétera de atrocidades indescriptibles cometidas por los domadores.
A estas alturas del siglo XXI debería desaparecer esta barbarie, los circos tendrían que ser todos sin animales, con trapecistas, payasos, acróbatas, magos, etc., un espectáculo que trasmita humanidad, cultura, amor por la vida en todas sus manifestaciones, respeto a cualquier ser vivo de la madre tierra. Por todo ello te invito si lees estas líneas a que no vayas a los circos con animales, es una forma de mostrar tu repulsa contra el maltrato y la explotación animal.

* Francisco González, miembro de la Comisión de Defensa Animal de Ben Magec-Ecologistas en Acción.

(Extraido de EcologistasenAccion.org)

miércoles, 1 de diciembre de 2010

La Navidad Nos Hace Mas Humanos.

La navidad hace florecer nuestros mejores sentimientos, dicen los anuncios, pero entonces ¿por qué está todo el mundo en los supermercados? ¿venden allí los sentimientos?



¿Consumimos luego existimos?
"Consumimos luego existimos", esto es lo que la economía de mercado, la publicidad, los escaparates... quieren hacernos creer, especialmente en Navidad y, sin darnos cuenta, much@s de nosotr@s nos metemos en plena vorágine de compras y gastos compulsivos.
La verdad es que ayuda mucho que tengamos que ver y oír -televisión, radio, prensa, vallas publicitarias- que tal colonia nos hace más sexis, que en tal gran almacén se encuentra el espíritu de la Navidad con renos incluidos, que tal juguete hará que nuestros hij@s estén más entretenid@s, aunque luego el trasto en cuestión dure cinco minutos y aunque no les haga ni más solidari@s ni más libres. También ayuda que este machaqueo publicitario sea cada año más insistente y frenético.
¿Está mal que gastemos unos euros en turrones, regalos y fiestas? Personalmente opino que no hay problema en comprar turrón, hacer un regalo a las personas que queremos y darnos de vez en cuando un homenaje. El problema es que cuando salimos de expedición a comprar todo lo que se nos pone por delante no hacemos otra cosa que dar alas a esta economía de mercado en la que, por desgracia, nos ha tocado vivir.
Esta economía nos necesita como consumidores permanentes y, en ocasiones, exasperados. ¿Realmente necesitamos todo lo que compramos? ¿Realmente tal cantidad de objetos adquiridos nos hace sentirnos mejor y hacemos sentir mejor a las otras personas? Y otra pregunta que dejo caer: ¿pensamos alguna vez en quién ha hecho ese producto y en qué condiciones?
¿Nos hemos planteado que años atrás vivíamos con un par de pares de zapatos -por poner un ejemplo- y que de niñ@s nos regalaban ese juguete de madera que nos dura y dura y que no tenía porque ser de tal o cual marca? ¿Es que nuestros sueldos han subido tanto como para tener ahora veintidós pares de zapatos y juguetes que van sólo si les pones la pila cada dos días? Evidentemente no. Entonces, o bien comprar todo lo que se nos pone por delante nos supone un esfuerzo absurdo e inútil o bien los podemos adquirir porque los costes de producción han bajado y lo han hecho a costa de los sueldos y de las condiciones de quienes están siendo explotad@s para hacerlos, aquí y, sobre todo, en países donde l@s explotad@s -para nuestro mayor consumo- son incluso niñas y niños.
Además, tampoco pensamos en que este ritmo de consumo no lo va a poder seguir soportando nuestro planeta mucho más tiempo, simplemente porque no es sostenible y los recursos no son ilimitados y, claro, la riqueza no está igualmente repartida.
Por ello, el hecho de seguir siendo esclav@s de esta economía de mercado, que cada vez más nos empuja a consumir irresponsable e impulsivamente, nos convierte en copartícipes de la esquilmación del planeta, hace que para que nosotr@s tengamos tantas cosas haya gente que cada vez tenga menos y en peores condiciones y además seguimos sosteniendo este sistema injusto e inhumano. Para evitarlo -y podemos hacerlo- se hace necesario un descenso general del nivel de consumo en nuestra sociedad privilegiada y un mayor reparto de la riqueza. Si consumimos menos y de una forma crítica le estaremos plantando cara al sistema mismo, favoreceremos el reparto de bienes -ya que los recursos del planeta son limitados- y nos haremos cada vez más libres rompiendo con las cadenas del consumismo. Es un buen momento para empezar a realizar un consumo responsable y en absoluto despilfarrador, para exigir el derecho y aplicarnos el deber de ser informad@s e informarnos bajo qué condiciones se elaboran los productos que compramos. Y para apostar por un consumo que distinga entre las necesidades reales y las que nos imponen -y a veces nos imponemos-. ¿Por qué no empezar ya?

Fuente:
 Artículo extraído del Periódico \"rojo y negro\"
editado por CGT. Nº 151, ene. 2003

(Extraido de : ConsumeHastaMorir.org)